Tuesday, January 20, 2015

John Jenkins with Kenny Burrell

Blue Note, 1957

Pocos saxofonistas nos han legado una discografía tan escasa pero a la vez tan interesante como John Jenkins, un hombre cuyo paso por los estudios de grabación resultó mucho más fugaz de lo que nos hubiese gustado. Jenkins, que se inició en el clarinete pero pronto demostró un interés mayor por el saxo alto, se mantuvo activo sobre todo durante la década de los 50 en su Chicago natal, llegando a participar en sesiones junto a jazzmen importantes como Paul Quinichette, Jackie McLean, Donald Byrd, Hank Mobley o Clifford Jordan, además de acompañar a otros hoy quizá menos recordados, como Wilbur Ware o Teddy Charles. Fuera de los estudios, el elenco de músicos con los que tocó resulta también impresionante e incluye nombres ilustres como los de Art Pepper y Charles Mingus, lo que nos hace desear que algunas de estas colaboraciones hubiesen quedado registradas en cinta magnetofónica, algo que, por desgracia, no siempre ocurrió. Fuertemente influido por el sonido de su amigo McLean y—¿cómo no?—de Charlie Parker, Jenkins se situó siempre a caballo entre el bop y el hard bop, demostrando una capacidad casi innata para la improvisación y para sorprendernos con ocasionales notas inesperadas que invariablemente mantienen la atención del oyente.

John Jenkins
Uno de los pocos discos de Jenkins como líder que han sido reeditados en formato digital y que pueden conseguirse hoy en día con relativa faciidad es el que grabó para Blue Note en colaboración con el guitarrista Kenny Burrell en una sola sesión el 11 de agosto de 1957 y que lleva por título simplemente John Jenkins with Kenny Burrell. Dicha sesión tuvo lugar en el famoso estudio de Rudy Van Gelder en Hackensack, Nueva Jersey, y por tanto, se beneficia del excelente sonido que caracteriza a todas las sesiones producidas por Van Gelder. Junto a Jenkins, que toca el saxo tenor, y a Burrell, que se ocupa de la guitarra, participan en la grabación Sonny Clark al piano, Paul Chambers al contrabajo y Dannie Richmond a la batería, un grupo de músicos de verdadero lujo que disfrutan de varias oportunidades para dar cuenta de su talento a lo largo de las seis piezas que conforman el elepé, en especial Jenkins, Burrell y Clark. El disco se inicia con un standard salido de la pluma del genial Cole Porter, "From This Moment On", en el que Jenkins y Burrell mantienen un diálogo entre saxo alto y guitarra, hábilmente subrayado por el piano de Clark. El tempo rápido de este primer corte se reduce sensiblemente en "Motif", una de las tres composiciones propias que Jenkins aportó a la sesión, marcada por una melodía fresca e inteligente que se adapta perfectamente a las capacidades improvisatorias del quinteto y en la que sobresale la interacción entre piano, contrabajo y saxo. "Everything I Have Is Yours", una pieza generalmente asociada con el cantante Billy Eckstine pero escrita por Harold Adamson y Burton Lane, es la única balada incluida en el disco y nos da una idea de la calidez y emotividad que Jenkins era capaz de sacar de su saxo alto cuando decidía interpretar temas lentos y sensuales como éste. Sin embargo, y al igual que en el caso de su admirado Bird, no faltan sonidos bop en las baladas de Jenkins, y Burrell y Clark se marcan solos muy inspirados que completan un corte que es uno de los más memorables de la sesión.

El pianista Sonny Clark
El tempo se incrementa en "Sharon", otra melodía de Jenkins fuertemente enraizada en el bop, en la que Burrell y Clark intercambian solos con el líder, que nos sorprende siempre con notas veloces que, en un principio parece como si sonasen fuera de lugar pero que en realidad funcionan a las mil maravillas. En su solo, Clark parece inspirado por Jenkins y ofrece aquí una de sus mejores contribuciones a la sesión, con ecos que nos recuerdan al mejor Thelonious Monk, e incluso Richmond tiene su pequeña oportunidad de hacer oír sus tambores en solitario. "Chalumeau", introducida por unas breves notas de Clark al piano, supone otro interesante ejercicio bop en el que Jenkins da rienda suelta a su imaginación y demuestra su destreza una vez más, apoyado siempre por Burrell y Clark, que son también responsables de solos valiosos. Es precisamente Burrell quien recibe crédito por el tema que cierra el disco, "Blues For Two", que, como su propio título indica, es una pieza libremente basada en el blues, algo evidente principalmente durante el solo de Burrell. Chambers nos regala aquí un magnífico solo ejecutado con el arco de su contrabajo, y el corte pone fin a la sesión de una manera más que satisfactoria, provocando en el oyente el deseo de que el quinteto hubiese grabado más discos como éste. No fue así, pero al menos, la reedición en CD de 1996 incluye dos tomas alternativas de "Sharon" y "Chalumeau", y cualquiera que disfrute con este disco puede buscar otro que no es difícil de encontrar: Jenkins, Jordan & Timmons (Original Jazz Classics), que contiene una igualmente excelente sesión grabada un par de semanas antes que ésta en el mismo estudio junto a Clifford Jordan al saxo tenor y Bobby Timmons al piano. Dos discos que, en definitiva, son buena muestra del enorme talento de Jenkins, una figura menor en la historia del jazz que desapareció de la escena musical a mediados de la década de los 60, pero que pide a gritos ser redescubierta.

Kenny Burrell y John Jenkins durante la sesión

2 comments:

Jesus said...

No conocía a John Jenkins, hasta que he leído esta entrada. Me ha gustado tanto lo que he oído, que he estado buscando más información entrando en varios foros, no soy el único que no conoce a Jenkins, y la historia de su desaparición del mundo de la música desde 1960 a 1983 es algo que no se explica excelente músico, es difícil saber porque ldejo esta vida, pero lo que queda claro es quelo que ha quedado de el es muy interesante.
Gracias por difundir la buena música
Saludos
Jesus

Anton and Erin Garcia-Fernandez said...

Jesus:

Muchisimas gracias por tu comentario. Como dices, John Jenkins es un nombre bastante desconocido, y yo tengo solo dos discos de el. Es una verdadera pena, a juzgar por esos dos albumes, que Jenkins se pasase mas de dos decadas fuera de la escena del jazz y sin grabar nada. Siempre me ha parecido un saxofonista excelente, y me habria gustado mucho que hubiese grabado mas. Pero bueno, los dos discos que tiene como lider son ambos excepcionales y creo que debe prestarseles mas atencion de la que hasta el momento han recibido.

Gracias de nuevo por tu amable comentario,

Anton.